Una exquisita combinación que evoca frescura y sabor en
cada bocado. Ideal para los calurosos días de verano o entrante ligero, la dulzura
de los tomates y el crujiente refrescante pepino crea un contraste perfecto con
la suavidad del maíz. Los langostinos, delicados y tiernos, añaden un toque de
mar a perfectamente con el bacalao.
Sección Ensalada; 4 personas,
preparación 10 minutos, maceración bacalao 24 horas, dificultad: fácil. Todos
los tiempos son siempre indicativos.
Ingredientes para la receta:
4 tomates de ensalada medianos, 1 pepino mediano, 1 latita
de maíz cocido y dulce, 24 langostinos cocidos, 150 g de bacalao desalado,
aceite de oliva, vinagre de vino y de Módena y sal.
Preparación:
Poner el día anterior
el bacalao cortado en dados en aceite y meterlo en la nevera.
Lavar y pelar si se
desea los tomates y cortarlos en rodajas medianas, realizar lo mismo con el
pepino.
Pelar los langostinos
y reservar.
Colocar en platos
individuales el tomate el pepino y el maíz por encima, aliñar con sal aceite y
vinagre de vino.
Sacar el bacalao del
aceite y colocarlo en el centro con una gota de vinagre de Módena por encima.
Colocar 6 langostinos
y espolvorear un poco más de aceite por todo y servir.
Los langostinos cocidos
Son crustáceos que pertenecen a la familia de los penaeidos,
similares a los camarones, pero generalmente más grandes. Se caracterizan por
su carne firme y dulce, con un sabor muy apreciado en diversas cocinas del
mundo. Cocinar langostinos implica hervirlos en agua con sal y especias, lo que
realza su sabor natural y resulta en una textura jugosa. El uso de langostinos
en la alimentación humana tiene una larga historia que se remonta a las
antiguas civilizaciones. Estos crustáceos han sido consumidos desde tiempos
prehistóricos, y su pesca se ha practicado en diversas culturas alrededor del
mundo. La tradición de comer mariscos, incluidos los langostinos, se encuentra
en registros de culturas antiguas en el Mediterráneo, Asia y América. En la
gastronomía española, los langostinos son un ingrediente común en platos como
la paella y son a menudo servidos como tapa. En otros lugares, como el sudeste
asiático, se utilizan en una variedad de curries y salsas. Su popularidad ha
crecido a nivel mundial, y hoy en día son un alimento muy valorado, disponible
tanto frescos como congelados. En resumen, los langostinos cocidos son una
delicia culinaria con una rica historia que refleja su importancia en la dieta
de muchas culturas a lo largo del tiempo.
Bacalao
El bacalao es uno de los pescados más pescados del mundo. Al
igual que ocurre con la carne de cerdo, se cree que no se tira nada: las
cabezas en África y especialmente en Nigeria se hierven con frutos y guindilla
rojos para enriquecer los platos. La lengua se considera un manjar en Noruega y
los huevos, salados, ahumados y especiados, se venden en los países del norte
de Europa como caviar. Del hígado de esta especie se obtiene entonces el famoso
aceite de hígado de bacalao. El bacalao es un pescado que puede medir más de un
metro y medio de largo y pesar más de 50 kg. De manera más general, esta
riqueza típica de los mares nórdicos, afortunadamente para la humanidad, se
extiende por toda la plataforma continental del océano Atlántico Norte: tanto
en el océano europeo, alcanzando como máximos puntos meridionales el Golfo de
Vizcaya y Nueva Escocia. , tanto en el lado americano hasta las costas de
Labrador y Terranova (Canadá).