Consiste
en partes del pollo (conocidos como jamoncitos) que han sido cocinados al
horno, utilizando cerveza como uno de los ingredientes principales. Le aportar
sabor y jugosidad al pollo durante la cocción. Además, el acompañamiento es de patatas,
cebolla y pimientos verdes. Será ideal para una comida familiar o con amigos.
Sección Ave pollo; 4 personas, preparación
5 minutos, cocción horno a 190º 30 minutos, dificultad:
fácil. Todos los tiempos son siempre indicativos.
Ingredientes para la receta:
8 jamoncitos de pollo, 3 patatas mediana, 1 cebolla grande, 2 pimientos verdes
medianos, 6 dientes de ajos, 330 ml de cerveza aceite de oliva y sal.
Ingredientes para la receta:
8 jamoncitos de pollo, 3 patatas mediana, 1 cebolla grande, 2 pimientos verdes
medianos, 6 dientes de ajos, 330 ml de cerveza aceite de oliva y sal.
Preparación y cocción:
Pelar la cebolla y patatas, lavar y despepitar los pimientos.
Cortar
las patatas en rodajas, el pimiento y la cebolla en juliana mediana.
Salar
todo y espolvorearlo con aceite, meterlo en una cazuela de barro al horno
previamente precalentado.
Trascurrido
unos 5 minutos cuando veas están casi al dente introducir los jamoncitos de
pollo mezclar durante unos minutos para que el pollo se dore un poco.
Cubrir
todo con la cerveza y cocinar hasta que el pollo este dorado y en su punto,
removiendo alguna vez.
Servir
caliente acompañado de sus patatas etc.
Su
descubrimiento se remonta a hace más de 7.000 años y, desde entonces, su
importancia en nuestra dieta ha cobrado cada vez más protagonismo: obviamente
estamos hablando del pollo. Este corte consiste en separar el miembro distal
del animal de la canal a nivel de la articulación coxofemoral y eliminar la
pata.
Cerveza
La cerveza tiene orígenes muy antiguos, ligados a la
historia y a la religión y cultura euroasiática. De hecho, la cerveza parece
haber nacido hace 5.000 años en Mesopotamia, cuna de la civilización, donde sus
habitantes, entre ellos sumerios y asirios, producían una bebida fermentada a
base de cereales, de sabor especialmente intenso, que puede considerarse una
precursora. de las cervezas modernas. La revolución industrial y científica del
siglo XIX también trajo grandes innovaciones a las cervecerías, con máquinas y
herramientas que mejoraron parcialmente la producción de cerveza al
automatizarla. Se crearon máquinas para tostar malta, enfriar mosto y producir
hielo artificial, fundamental para la producción de cervezas de baja
fermentación. La invención de las botellas moldeadas permitió el embotellado
industrial de cerveza.