Cocinamos una parte del cordero típico de la zona de Aragón y el norte de España, lo hemos guisado para sacarle más sabor y solamente lo acompañamos con unas patatas jóvenes al vapor y solo queda disfrutarlo.
Sección
Carne cordero, 4
personas, preparación 15 minutos, cocción olla rápida 15 minutos a fuego medio,
dificultad: fácil. Todos los tiempos son siempre indicativos.
Ingredientes para la receta:
4
jarretes de cordero, 1 cebolla, 3 dientes de ajos, 1 zanahoria, 200 g de
guisantes congelados, ½vaso de vino blanco, pimienta molida, agua para la
cocción y sal.
Acompañamiento: 6 patatas pequeñas (se
encuentran bolsa para hacerlas al microondas también).
Preparación y cocción:
Salar
y sellar en la ola con un poco de aceite los jarretes, retirarlos y reservar,
Pelar
los ajos, la cebolla y la zanahoria hacer un sofrito en aceite del sellado de
los jarretes.
Una
vez realizado añadir los guisantes congelados y rehogar hasta su
descongelación,
Incorporar
los jarretes bañarlos con el vino y dejar evaporar, cubrir de agua salar y
cerrar la olla.
Mientras
preparar las patatas, lavadas y con su piel al vapor y partirla por la mitad o
en rodajas lo largo.
Abrir
la olla y comprobar su cocción, caso ponerla algún minuto más a cocer.
Servir
un jarrete acompañado de su verdura y patatas de la forma deseada.
Jarrete de cordero
Es un corte de carne que proviene de la parte inferior de
la pata del cordero, específicamente de la parte que está justo por encima del
tobillo. Es un corte que incluye hueso y carne, y a menudo tiene una buena
cantidad de tejido conectivo y grasa, lo que lo hace ideal para cocinar
lentamente. Tiene un sabor profundo y rico, gracias a la mezcla de carne y
grasa, así como al colágeno que se descompone durante la cocción lenta. Cuando
se cocina adecuadamente, el jarrete se vuelve muy tierno y jugoso, y la carne
se desprende fácilmente del hueso. Ha sido un ingrediente popular en diversas
culturas y tradiciones culinarias a lo largo de la historia. Desde tiempos
antiguos, el cordero ha sido una fuente importante de alimento en muchas
civilizaciones, incluyendo las del Medio Oriente y la región mediterránea. Su
carne era valorada no solo por su sabor, sino también por su versatilidad en
diversas preparaciones. En la cocina mediterránea, especialmente en países como
Grecia, Italia y España, el jarrete de cordero ha sido utilizado en guisos y
platos asados. Preparaciones como el "ossobuco", que tradicionalmente
se hace con jarrete de ternera, también tienen variantes con jarrete de
cordero. En resumen, el jarrete de cordero es un corte de carne delicioso y
versátil con una rica historia en la cocina de muchas culturas. Su preparación
cuidadosa a través de métodos de cocción lenta resalta su sabor y textura
únicos, convirtiéndolo en un plato muy apreciado en diferentes tradiciones
culinarias.
La historia de
los guisantes comienza en el Neolítico. Período histórico y continúa a lo largo
de los siglos, hasta llegar a nuestros días. Nuestros antepasados no veían la
hora de toparse con una planta de guisantes silvestres para poder cosechar las
vainas verdes y saborear las semillas que contienen. Solo alrededor del año
8000 a. C. hay evidencia de cultivos reales de guisantes. Todo esto sucedió en
el famoso Creciente Fértil, una vasta área geográfica que se extiende desde los
ríos Tigris y Éufrates (actualmente en Irak) hasta el Nilo (Egipto) pasando por
los territorios que rodean el río Jordán (Jordania, Israel, Líbano, Palestina y
Siria). Desde esta zona, la agricultura se extendió rápidamente tanto al
continente asiático como a Europa, ofreciendo a las poblaciones la posibilidad
de acceder con mayor facilidad a los alimentos e introduciéndolas a nuevas
especies comestibles.