Un
pescado blanco que encontramos todo el año gracias a la acuicultura las podemos
encontrar en nuestros mercados durante casi todo el año, cocinada a la plancha
siempre nos aportara todo su sabor y otros aportes.
Pescado
4
personas.
Preparación:
5 minutos
Plancha
15/20 minutos
Fácil
INGREDIENTES
4
doradas de ración, 2 calabacines medianos 2 endivias, 4 tomates peras, perejil,
aceite de oliva y sal.
PREPARACIÓN
Para
empezar, es conveniente que cuando compremos la dorada pidamos que nos saquen
los filetes si no sabemos hacerlo nosotros.
Empezaremos
con las verduras que algunas tardan más en asarlas.
Limpiar
con papel absorbente las endivias y quitar las primeras hojas, partirla por la
mitad.
Calentar
la plancha embadurnar con un poco de aceite y comenzar a asarlas por la parte
baja.
Lavar
los tomates y cortarlos por la mitad y colocarlos con la parte de la piel en la
plancha.
Cuando
observemos que están cocinadas girarlas y continuar.
Lava
y quitar las puntas a los calabacines y cortarlos al bies en rodajas no muy
gruesas y colocarlos en la plancha.
Girar
pasado unos minutos y finalizar la cocción de todas las verduras, retirar salar
y conservar calientes.
Colocar
los filetes de pescado con la piel hacia abajo salar un poco cocinar unos
minutos y girar hasta dorarla un poco.
Servir
todo caliente salando las verduras y regando todo con un poco de aceite de
oliva y con perejil picado.
La dorada, también conocida como pargo dorado,
es uno de los pescados blancos más típicos de la cocina. Se trata de un pescado
blanco que apenas aporta grasas, pero que otorga gran cantidad de nutrientes. Destaca
por su carne jugosa y sabrosa. La reconocerás por su cuerpo ovalado y laterales
ligeramente aplanados. Su cabeza es grande con respecto al resto del cuerpo,
con un perfil arqueado y una aleta caudal ahorquillada. Tiene la piel gris
plateada y muy brillante. Su consumo se remonta a los romanos, y es uno de los
pescados más conocidos y consumidos, como podrás ver por la gran presencia que
tiene en las pescaderías hoy en día.
Más allá del efecto refrescante que nos produce
en la boca, la endibia también puede ayudarnos a mejorar las digestiones y es
una fuente importante de vitaminas antioxidantes. Las endibias, por su
contenido en una sustancia llamada intibina –que es la que le da el sabor
amargo–, mejoran la función del hígado. En concreto, lo hace a través de dos
acciones: son coheréticas y colagogas . La primera característica significa que
estimulan la producción de zumos biliares por parte del hígado, y la segunda
significa que favorece la descarga de bilis en el intestino. Por tanto, ayudan
a digerir las comidas grasas.
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