Cada localidad, región o país mantiene sus costumbres
gastronómicas durante el período cuaresmal aunque hoy menos influenciadas por
el espíritu religioso.
Todas las culturas tienen su tiempo de abstinencia, un
periodo de depuración corporal, de higiene fisiológica que, como a todo lo
importante, en el mundo antiguo, se le confería un carácter sagrado y religioso.
Así que, vamos a seguir la Cuaresma con buen talante
culinario, sincretizando la abstinencia cristiana con la gastronomía pagana.
Prescindir de la carne no es ningún sacrificio, sobre
todo para los habitantes de la costa como es el gaditano que cuenta con los
mejores productos del mar.
Claro que cuarenta días a base pescado y marisco puede
ser una auténtica mortificación, pero no para el cuerpo como pretenden los
prelados, sino para el bolsillo
Sin embargo y respetando las bondades de la carne, yo
creo que con un poco de imaginación y buen oficio, el pescado ofrece un
recetario tan rico, que se puede preparar un amplio repertorio de platos de
bajo coste.
Piensen que de una lubina, una merluza o un rodaballo,
pescados de lujo donde los haya, se pueden obtener diversos subproductos como
la cabeza, la cola y las raspas, que dan tan exquisito sabor que, con un simple
fumet, se pueden preparar en días sucesivos otros platos económicos tales como
arroces varios, fideguá, etc.
También están los pescados azules que permiten deliciosas
y económicas preparaciones.
Se pueden comer pastas porque unos "Tortellini a la
marinara" son realmente deliciosos y bastante económicos, pero ya suenan a
frivolidad, a cena sabatina en ruidosa pizzería.
Lo que sí es muy piadoso y propio de estos días son las
torrijas con miel, una golosina que reconforta el cuerpo más que un entrecot de
buey.
Unos las llaman incorrectamente picatostes, también
borrachinos y otros formigos, pero sea cual fuere su nombre, lo cierto es que
este popular postre, tan económico como delicioso, apenas si se encuentra ya en
las cartas de los restaurantes, y es una pena, porque yo las recuerdo de niño
como uno de esos festivales gastronómicos del que solo disfrutábamos al acercarse
la Semana Santa.
A continuación les propongo unas buenas ideas pascuales.
Me ha gustado tu introducción sobre la cuaresma y su cocina y me he divertido con el cuento. Porque no todo van a ser recetas.
ResponderEliminarUn beso.
siempre hay que dar un cambio en algunas cosas.
EliminarMuchas gracias por tu comentario