Muslos de pollo al horno con especies de setas y patatas panaderas

Cualquier parte del pollo al horno es un plato fácil de realizar y que lo comemos fácilmente todos, hoy lo hemos querido adobar con una mezcla de setas y tomates seco, es una maravilla.
 

Sección: Ave, 4 personas, adobo: 60 minutos mínimo, preparación 10 minutos, horno 15 a 20 minutos a 190º, microondas acompañamiento: dificultad fácil.
 
Ingredientes para la receta:
1 kilo de muslos de pollo mezcla de setas hidratadas, aceite de oliva, pimienta (opcional) y sal.
Acompañamiento: 2 patatas grandes, 1 cebolla grande, aceite de oliva, perejil y sal.
 
Preparación y cocción:
Para realizar la mezcla poner en la batidora un sobre de setas surtidas deshidratadas, triturar hasta conseguir una densidad deseada.
Mezclar con un poco de pimienta, aceite de oliva y sal hasta conseguir una pasta, adobar el pollo con la mezcla y meter tapado en la nevera.
Trascurrido su tiempo colocarlos en una fuente para el horno y cocinar el tiempo indicado girando una vez, retirar cuando están tiernos.
Pelar y cortar las patatas en rodajas finas.
Pelar la cebolla, picarla en juliana, salar, mezclarla y rociarla con aceite e introducirlo tapado en el microondas durante 10 minutos.
Comprobar su textura, rociar con vinagre, remover y continuar 5 minutos o más si fuera necesario.
Servir el pollo con las patatas calientes y espolvoreadas con el perejil.

Pollo muslos
Su descubrimiento se remonta a hace más de 7.000 años y, desde entonces, su importancia en nuestra dieta ha cobrado cada vez más protagonismo: obviamente estamos hablando del pollo. Este corte consiste en separar el miembro distal del animal de la canal a nivel de la articulación coxofemoral y eliminar la pata.

Setas secas
Las primeras noticias de las setas secas se remontan al año 1500. Evidentemente la región de origen era la alpina. Desde la década de 1800, los hongos porcini de origen italiano se podían encontrar incluso en Nueva York. Con toda probabilidad llegaron al nuevo mundo a través de los centros comerciales del puerto de Génova. Alrededor de 1930 hubo un verdadero auge en la demanda de hongos secos y el mercado italiano ya no pudo satisfacer las necesidades del mercado. Esto condujo a la búsqueda de nuevas áreas de recolección hacia Europa del Este, primero en las regiones de la antigua Yugoslavia y luego más y más hacia los Balcanes, Rumania y más recientemente en Rusia. En las últimas décadas, lo que podemos definir como una auténtica “ruta de las setas” ha ido aún más lejos, hacia Turquía y China.