Mezcla de huerta y
frutas será una ensalada fresca en nuestra mesa y distinta a las clásicas de
siempre
Ensalada
4 personas
Preparación: 5 minutos
Fácil
INGREDIENTES
3 tomates de ensalada,
1 pepino holandés, tomatitos Cherry, 3 naranjas, 12 fresones, mini mozarelitas,
aceite de oliva, vinagre de Módena y sal
PREPARACIÓN
Pelar los tomates y
cortarlos en rodajas.
Cortar el pepino en
rodajas finas.
Pelar las naranjas
quitándole todo lo blanco y cortarlas en rodajas,
Lavar los tomatitos y
partirlos en gajo o por la mitad.
Lavar las fresas y
cortarlas en rodajas.
Colocar todo en platos
individuales o fuente colocando las mozarelitas.
Aliñar con aceite, sal
y gotas de vinagre de Módena.
Servir seguidamente.
La historia de las
naranjas y los cítricos ha ido de la mano de la del hombre, adquiriendo una
fuerte significación cultural, económica, social, mitológica y religiosa a lo
largo del tiempo. Las naranjas se encuentran entre las frutas más conocidas y
apreciadas en el mundo, tanto por su más fácil adaptabilidad a las diferentes
condiciones climáticas-ambientales como por la versatilidad de uso en los
sectores alimentario y no alimentario, como en cosmética, perfumería y hoy como
eco. -combustible. La introducción de la naranja dulce es más incierta,
atribuible para algunos al navegante portugués Vasco De Gama , evidenciado por
el nombre dado a la naranja hasta hace muy poco "Portugal", para
otros se hace a los navegantes genoveses que a lo largo de las costas del Mar
Negro esperaban las caravanas que venían de China e India para comprar la
preciada mercancía.
La variedad de pepino
holandés se trajo hace 30 años a España, traído directamente del país al que
hace referencia, Holanda. Es bastante más largo que el pepino español,
con 30 a 40 cm de longitud.
La principal diferencia que tiene con el resto de las variedades es su piel,
mucho más lisa que el resto.
El fruto, de hecho son las
pequeñas semillas que la salpican, mientras que la jugosa pulpa roja, fragante
y agridulce, es la transformación de la flor. por lo tanto, las fresas
silvestres fueron amadas desde la antigüedad y siempre han representado el
fruto del amor por su forma y su color vivo. Se consumían en abundancia durante
las Adonìe, fiestas de primavera dedicadas a Adonis y al amor. En la Edad Media
se convirtieron en un fruto pecaminoso precisamente por ser considerado
afrodisíaco. En los jardines, sin embargo, comenzaron a cultivarse también por
su valor ornamental y tuvieron especial éxito en la Francia del siglo XVII,
cuidadas por ilustres jardineros e introducidas en los jardines de las casas nobles.
Las fresas no solo son un gran tentempié dulce,
solas o espolvoreadas con jugo de cítricos, ricas en vitaminas y antioxidantes,
sino también un ingrediente primaveral para hermosas ensaladas (con espárragos,
espinacas baby, lechuga o pepinos) en lugar de tomates y pimientos antes de que
lleguen a la parte superior de la temporada.
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