Plato
de unos buenos garbanzos con acelgas y rehogado todo con beicon nos dará un
primer plato sabroso y rápido si utilizamos las conservas, pero esto son
naturales.
Legumbre
4 personas
Remojo; 12 horas
Preparación: 10 minutos
Cocción olla rápida: 30/35 minutos
Fácil
INGREDIENTES
500 g de garbanzos pedrosillano, 500 g de acelgas, 3 tomates peras, ½
cebolla, 2 dientes de ajos, 100 g de beicon, bicarbonato, aceite de oliva, agua
para la cocción, pimentón de la vera y sal.
PREPARACIÓN
Poner los
garbanzos a remojo la noche anterior en agua con un poco de bicarbonato.
Lavar y quitar
las hebras a las acelgas y cortarlas.
Lavar y pelar los
tomates.
Meter en la
olla los garbanzos lavados, las acelgas y los tomates cerrar y cocer el tiempo
indicado.
Pelar y picar
la cebolla y los ajos.
Picar el
beicon en taquitos.
Sofreír en
poco de aceite la cebolla y los ajos, añadir el beicon y dejar que se dore
todo.
Retirar del
fuego y añadir pimentón removiendo para que no se queme.
Abrir la ola
una vez fría, comprobar el caldo y si hay demasiado retirar parte de él.
Incorporar el
sofrito y dar un hervor y servir caliente.
Los
garbanzos son una de las primeras legumbres cultivadas en la historia de la
humanidad. En Oriente Medio se han encontrado restos que tienen alrededor de
7.500 años. Es un arbusto que llega a medir hasta 50cm de altura. ... Cada
vaina puede tener una o dos semillas de garbanzo. Estas leguminosas crecen a
pleno rayo del sol o con un poco de sombra en lugares cálidos. Su ciclo es de
aproximadamente 100 días para la cosecharlos.
La acelga (beta vulgaris) deriva del celta y significa
"roja", debido a las nervaduras y la raíz rojas. La acelga, también
llamada hierba o acelga, en su especie original fue objeto de recogida de
alimentos desde tiempos prehistóricos, extendiéndose de forma espontánea en las
costas arenosas de la cuenca mediterránea. La planta era tan valiosa que las
selecciones para obtener hojas más grandes comenzaron hace incluso tres mil
años por los babilonios. Ya los etruscos y los romanos contaban varias
variedades: una blanca, una roja y otra de finas costillas que daban vida a los
platos betaceos de Apicio, tanto que los placenteros de la época los buscaban
como guarnición de platos sustanciosos. Hoy encontramos acelgas presentes
en todas las cocinas, utilizada habitualmente cocinadas.
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