jueves, 2 de marzo de 2023

Alcachofas cocidas con crema de mejillones

Con dos buenos productos podemos degustar este primer plato en el cual descartaremos el sabor intenso del marisco, pero sin desechar el de la alcachofas, te será fácil elaborarlo para que te den un 10 en la mesa.
 

Sección: Verdura, 4 personas, preparación: 20 minutos, dificultad: fácil.
 
Ingredientes para la receta plato:
8 alcachofas grandes, 1 k de mejillones, 100 ml leche evaporada, 1 cebolla pequeña, perejil, limón, aceite de oliva, agua para la cocción y sal
 
Preparación y cocción:
Lavar y quitar las hojas duras de las alcachofas, partirlas por la mitad reservando algunas con sus tallos.
Retirar las barbas y ponerlas en agua con limón para que no se oxiden.
Cocerlas en agua con sal, escurrirlas y reservar calientes.
Limpiar los mejillones y abrirlos en una cazuela tapada.
Retirar, reservar su agua y separar los mejillones de su concha dejando alguno con media para la decoración del plato.
Perlar y picar la cebolla y sofreírla en un poco de aceite.
Pasar el sofrito bien escurrido y el resto de los mejillones con un poco de su agua a la batidora añadiendo la leche hasta conseguir una crema media.
Servir las alcachofas cubiertas con la crema y los mejillones reservados.
Espolvorear con perejil lavado y picado.

Alcachofas
Actualmente los grandes consumidores de alcachofa son los españoles, italianos y los franceses mientras que fuera de Europa sigue siendo una hortaliza semidesconocida. La época más importante para la alcachofa fue la Edad Media: en cuanto a la cocina, por su fama como afrodisíaco, pero también como fuente de inspiración para los pintores, que nunca dejaron de representarla. Incluso si no hay una confirmación científica de que sea un afrodisíaco, por lo tanto, solo queda el mito que probablemente se asoció con su forma cerrada que oculta su corazón. La planta se caracteriza por una parte floral basal agrandada, conocida como corazón. Esta parte interna está protegida por brácteas, incorrectamente llamadas hojas, que se vuelven más fibrosas a medida que avanzan hacia el exterior. Las brácteas rodean el vilano, una especie de barba no comestible, que debe eliminarse durante la limpieza. De la alcachofa, por tanto, se puede comer la parte más interna y las brácteas menos duras y externas. Incluso el tallo, cuidadosamente despojado de la parte más dura llena de filamentos, se puede comer después de la cocción. La alcachofa no tiene un olor particular mientras que su sabor es básicamente amargo. Para reconocer el fresco, hay que comprobar que el tallo no se doble, sino que se rompa con la presión de un dedo.

El mejillón
Es un molusco bivalvo propio del Atlántico, sobre todo de las costas europeas y americana. En estado natural vive adherido a las rocas, en zona de mareas y a poca profundidad. También puede criarse en bateas. El mejillón tiene, sus dos valvas, idénticas entre sí, tienen forma de lágrima y están unidas por una bisagra de tres o cuatro dientes. La concha del mejillón es negra por fuera, con matices morados, mientras que por dentro es nacarada. La superficie externa de las valvas tiene círculos concéntricos que describen el crecimiento de la concha. Se suelen comer siempre cocinados y sobre todo al vapor.
 
 

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