domingo, 5 de febrero de 2023

Higaditos de pollo con alcachofas

Estando en temporada de alcachofas aprovechamos para preparar este plato, algunos nos le gustaran los higaditos pero los mismos nos aportan gran cantidad de vitamina, y entre ellas hierro.
 

Sección: Casquería, comensales: 4, preparación: 15 minutos, dificultad: fácil.
 
Ingredientes para la receta plato:
500 g de higaditos de pollo, 8 alcachofas medianas, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, ½ vino blanco seco, perejil, aceite de oliva, agua para la cocción y sal.
 
Preparación y cocinar:
Retirar las hojas más duras a las alcachofas, cortar las puntas, luego por la mitad y retirar las barbas.
Ponerlas en un recipiente con agua y el perejil.
Limpiar los higaditos, cortarlos por la mitad y reservar.
Pelar las cebollas y los ajos, picarlos en juliana y pocharlos en una sartén con aceite y un poco de sal.
Escurrir bien las alcachofas y cortarlas en juliana añadirlas al sofrito de cebolla y ajo.
Incorporar los higaditos remover y bañar con vino dejar evaporar, salar  y cocinar a fuego medio hasta que los mismos estén.
Servir caliente.

Los hígados
Muy populares en la cocina no son más que hígado de pollo, un alimento que forma parte del grupo de las vísceras como son las vísceras, el chicharrón, el corazón, el seso, las tripas, los callos, etc. etc. Es uno más consumidos, tiene un sabor dulzón con ligeras notas amargas. Los hígados de pollo tienen proteínas de alto valor biológico, minerales y vitaminas. En particular, todas las vitaminas solubles del grupo B, también es destacable la presencia de ácido ascórbico (vitamina C), retinol (vitamina A) y calciferol (vitamina D).
 

Alcachofas
Actualmente los grandes consumidores de alcachofa son los españoles, italianos y los franceses mientras que fuera de Europa sigue siendo una hortaliza semidesconocida. La época más importante para la alcachofa fue la Edad Media: en cuanto a la cocina, por su fama como afrodisíaco, pero también como fuente de inspiración para los pintores, que nunca dejaron de representarla. Incluso si no hay una confirmación científica de que sea un afrodisíaco, por lo tanto, solo queda el mito que probablemente se asoció con su forma cerrada que oculta su corazón. La planta se caracteriza por una parte floral basal agrandada, conocida como corazón. Esta parte interna está protegida por brácteas, incorrectamente llamadas hojas, que se vuelven más fibrosas a medida que avanzan hacia el exterior. Las brácteas rodean el vilano, una especie de barba no comestible, que debe eliminarse durante la limpieza. De la alcachofa, por tanto, se puede comer la parte más interna y las brácteas menos duras y externas. Incluso el tallo, cuidadosamente despojado de la parte más dura llena de filamentos, se puede comer después de la cocción. La alcachofa no tiene un olor particular mientras que su sabor es básicamente amargo. Para reconocer el fresco, hay que comprobar que el tallo no se doble, sino que se rompa con la presión de un dedo.

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