El perejil (Petroselinum Hortense) era bien conocido por los pueblos antiguos que lo usaban para fines particulares. Los griegos adornaban sus Los romanos la utilizaban para decorar las tumbas de los familiares, mientras que los etruscos la consideraban una planta mágica, útil en ritos propiciatorios o en farmacopeas para preparar ungüentos. Fue en la Edad Media cuando, habiendo perdido la asociación simbólica romana con el mundo de los muertos, el perejil obtuvo un gran reconocimiento popular. Su presencia se hizo habitual en la cocina, de ahí el lema “ser como el perejil” para indicar algo o alguien omnipresente.
El origen del ajo se remonta a varios siglos atrás en la Asia Central. La
especie que conocemos hoy en día (Allium Sativum) procede de una variedad de esta zona, el Allium Longicuspic, que dio lugar al que hoy conocemos como el ajo común. Éste se extendió rápidamente por la India y por
el mar mediterráneo hasta llegar a Grecia. Parece que las
propiedades del ajo ya han sido reconocidas por el egipcio Ermete Trismegisto,
considerado el padre de todas las ciencias y autor de la Tabla Smeraldina. Las principales
propiedades terapéuticas del ajo fueron definidas científicamente por Pasteur
en 1858: antibiótica, antiséptica, balsámica, antihipertensiva.
La
almendra es el fruto del almendro. Posee una película de color canela que la
envuelve además de una cáscara exterior que no es comestible, que representa un
peso importante de la almendra, y una piel verde que se va secando. Por ello la
parte comestible de este se reduce al 40 % es decir solo la semilla. Wikipedia
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