Un plato de cuchara que nunca se desprecia, estas patatas
que absorberán el aroma de los boletus y la dulzura de los espárragos las
rematamos un un puñado de fideos para completar el plato.
Sección Patata; 4 personas, preparación 5 minutos,
cocción 20 minutos, dificultad: fácil.
Ingredientes para la receta:
6 patatas medianas, 150 g de boletus congelados, 1 manojo
de espárragos, 100 g de fideos, 1 cebolla pequeña, 2 dientes de ajo,
aceite de oliva, agua para la cocción y sal.
Preparación y cocción:
Pelar y lavar las patatas y chascarlas, reservarlas.
Pelar la cebolla y los ajos y picarlos en daditos.
Lavar los espárragos retirar la parte dura y partirlos en
trozos.
Sofreír en aceite y una vez que este añadir los esparrago
y boletus, rehogar unos 5 minutos.
Incorporar las patatas y cubrir con agua suficiente para
poder añadir los fideos y salar
Comprobar la cocción y uno 4 minutos antes de finalizar
añadir los fideos.
Dejar cocinar y servir todo caliente o templado.
La patata
Una
planta herbácea de la familia Solanáceas, es originaria de América del Sur, más
precisamente de la región del Andes, donde se cultivó en el período
precolombino, probablemente hace dos mil años o más antes de la conquista (como
se evidencia arte indígena), Desde Sudamérica la patata llega a Europa solo
unas pocas décadas después de su descubrimiento, y con toda probabilidad sólo
después haber llegado a un puerto atlántico por vía terrestre o fluvial. Donde
desembarcaron inicialmente en España, en Sevilla, entre 1560 y 1564, antes de
pasar a Portugal (alrededor de 1575), y luego a Madrid en el cambio de siglo.
Boletus edulis
Las
setas ya eran conocidas por sus características organolépticas en la antigua
Roma, donde se consumían ampliamente, en particular en los banquetes imperiales
de los "Césares". El Boletus edulis siempre ha tenido el papel de
gran protagonista, tanto en la antigüedad como en nuestro tiempo, sin
interrupción, cocido, crudo o seco. Se encuentra en bosques de abetos, pero
también de robles, castaños y hayas entre finales del verano y el otoño,
especialmente después de una breve lluvia . El sombrero, liso y ligeramente
viscoso, puede tener varias tonalidades de color castaño. La parte superior del
tallo, a menudo hinchada en el pie, está adornada con pequeñas vetas claras.
Debajo del sombrero se encuentran las branquias de color oliva, portadoras de
las esporas, y su grosor indica la edad
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