Este
tipo de pasta cuyo nombre deriva de la forma que recuerda a las orejas
pequeñas. Su plato más conocido es con brócoli y anchoas, le cambiamos todo y
las cocinamos con alcachofas y salsa de tomate.
Pasta corta
Vegetariana
personas
Preparación: 25 minutos
Cocción de la pasta: el tiempo indicado por el fabricante
Fácil
INGREDIENTES
320 g de pasta, 1 cebolla pequeña, 2 dientes de ajos, 300 g de alcachofas
congeladas, 400 g de tomate triturado, hojas de albaca frescas, queso parmesano
rallado, aceite de oliva y sal.
PREPARACIÓN
Comprar las alcachofas cortadas en cuartos o cortarlas.
Pelar los ajos y la cebolla y picar todo muy finamente.
Pochar en aceite incorporar las alcachofas y rehogar todo.
Finalmente añadiremos el tomate, salar y cocinar hasta que la salsa este
en su punto.
Cocer la pasta en abundante agua con sal, dejarla al dente y escurrir.
Lavar las hojas de albahaca y secarlas trocearlas con la mano.
Saltear la pasta en la salsa añadiendo la albahaca, servir caliente.
Acompañar de queso rallado.
Si no encuentra este tipo de pasta usa otra de tipo corto.
Las
orecchiette se difundieron en Apulia entre los siglos XII y XIII, especialmente
en Bari, donde todavía se les llama en dialecto "strasc'nat",
literalmente "strascinati", por la costumbre de "arrastrar"
la pasta con el dedo sobre una mesa para obtener la clásica forma redonda y
cóncava. El plato simbólico de Puglia, sin embargo, tiene orígenes
contradictorios, pensemos que algunas hipótesis nos llevan incluso al otro lado
de la frontera con Francia. Según algunos historiadores, en efecto, las
orecchiette nacieron en la Provenza en la Edad Media, aquí se preparaba una
pasta a base de trigo duro en forma de disco ahuecado en el centro. La forma
también ayudó al secado de la pasta, por lo que era ideal para llevarla como
sustento en largos viajes en mar abierto. La llegada a Italia se habría
producido gracias a los angevinos, que en el 200 dominaban Puglia y Basilicata.
La
alcachofa tiene orígenes de Oriente Medio y ya era conocida en la época de los
egipcios tanto con fines Fito terapéuticos como alimenticios. Su llegada a
Italia se debe a los etruscos y así lo atestiguan las numerosas
representaciones de hojas de alcachofa en capiteles y bajorrelieves en los
templos egipcios y orientales. Hacia el año mil los árabes la descubrieron en
Sicilia y desarrollaron una nueva variedad que trajeron a España
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