Un buen aperitivo, entrante o para lo que queramos
utilizarlo, lasa almejas abiertas al vapor acompañado de un buen vino blanco les
hará que coja un sabor especial y podremos tomar su caldo con su concha.
Sección Marisco; 4 personas, preparación 10 minutos,
remojo de las almejas 30 minutos mínimo, dificultad: fácil.
Ingredientes para la receta:
1 k de almejas, vino blanco verdejo, 2 dientes de ajos,
perejil picado y sal gruesa para el remojo.
Preparación y cocción:
Poner las almejas en un bol y cubrirlas con agua fría,
añadirle la sal y remover dejarlas reposar el tiempo indicado.
Pelar los ajos y filetearlos finamente, lavar el perejil y
picarlo.
Escurrir y lavar las almejas para retirar la sal,
ponerlas en una cazuela.
Añadir los ajos picados y vino blanco a voluntad, tapar
la cazuela y llevarlas al fuego.
Dejarlas abrir todas dándole una vuelta y cerrar
nuevamente.
Servir de inmediato.
Almejas
Deliciosas y con un delicado sabor a marisco, las almejas son uno de los símbolos indiscutibles de la cocina mediterránea, capaces de enriquecer muchos platos. Las almejas no tienen estacionalidad, están disponibles todo el año y algunos tipos de acuicultura también están muy extendidos. Al igual que los mejillones, son moluscos bivalvos, es decir, están encerrados en una doble concha. Habitan el mar Mediterráneo, Viven en contacto con fondos marinos arenosos y poco profundos y alcanzan profundidades de hasta 12 metros; son animales filtradores, llamados así porque se alimentan de organismos vegetales y plancton que capturan succionando agua de mar, a través de los llamados "sifones" (antenas) que emergen de las válvulas entreabiertas. Las almejas tienen una capa exterior veteada de color gris, hecha de bicarbonato de calcio, y una parte interior que es el molusco. El nombre "almeja" deriva del latín vulgar conchola, que significa concha pequeña.
El vino blanco
Con una historia
que se remonta 2500 años atrás, el vino blanco ha sido testigo del devenir de
las civilizaciones y se ha arraigado en todos los rincones del mundo con una
tradición vinícola arraigada. Esto es, desde las soleadas colinas europeas
hasta los vastos viñedos de América y Oceanía. Las uvas blancas, cuyo color
varía entre el verde y el amarillo, son las protagonistas indiscutibles en la
elaboración de este tipo de vino. Las variedades más destacadas en este sentido
son: la chardonnay, la sauvignon y la riesling. Todas ellas despliegan una gama
de aromas y sabores cautivadores que hacen del vino blanco todo un lujo. Curiosamente,
incluso las uvas tintas, como la célebre pinot noir, pueden ser empleadas para
crear vinos blancos. Lo mismo ocurre con el afamado champán, que sigue
desafiando las convenciones con su elegancia atemporal. Dentro de la
diversidad de vinos blancos que existen actualmente, el seco es el
más prevalente. Los vinos dulces, o los vinos espumosos. En la
cocina, su versatilidad se despliega en la preparación de risottos, carnes
blancas y una infinidad de recetas que se benefician de su sutil
influencia. Fuente Winery on creatione.
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