Hace algún tiempo que se pusieron de moda cocinar las
carrilleras bien de cerdo o ternera y al mismo tiempo surgieron infinidad de
recetas esta es otra de las muchas acompañada de setas y finalizadas con un
buen pure de patatas.
Sección: Casquería. 4 personas, preparación 15
minutos, cocción olla rápida 25 minutos, dificultad, fácil.
Ingredientes para la receta:
4/8 carrilleras de cerdo, 1 cebolla, 2 dientes de ajos, 1
hoja de laurel, 300 g de setas shiitake, aceite de oliva, vino tinto, agua para
la cocción y sal.
Acompañamiento: Pure de patatas 8 patatas pequeñas, mantequilla,
leche, agua para la cocción y sal
Preparación y cocción:
Limpiar las carrilleras retirando la grasa sobrante,
salarlas.
Sellarlas en una cazuela que usaremos para todo el guiso
con un poco de aceite y reservarlas.
Pelar y picar la cebolla y los ajos en daditos.
Limpiar las setas quitándole los troncos y partirlas por
la mitad.
Pochar la cebolla y los ajos, trascurrido el tiempo
añadir el resto de las verduras, las setas y mezclar y mezclar.
Finalmente incorporar las carrilleras bañar con el vino y
remover.
Dejar evaporar bien y cubrir con agua y cocinar a fuego
medio hasta todo este a su punto, controlando su caldo.
Mientras cocer las patatas, dejarlas enfriar y pelarlas.
Pasarlas por un pasa puree mezclarlas con un poco de
mantequilla y leche hasta conseguir la densidad deseada.
Abrir la olla una vez fría retirar la hoja de laurel
Servir caliente acompañado de las setas y el pure de
patatas con su salsa.
Pure de patatas
Durante la Guerra de
los Siete Años de mediados del siglo XVIII, un boticario del ejército francés
llamado Antoine-Augustin Parmentier fue capturado por soldados prusianos. Como
prisionero de guerra, se vio obligado a vivir de raciones de patatas. A
mediados del siglo XVIII en Francia, esto se calificaría como un castigo cruel
e inusual: las patatas se consideraban alimento para el ganado y se creía
que causaban lepra en los
humanos. El miedo estaba tan extendido que los franceses aprobaron una ley
contra ellos en 1748.
Pero como descubrió Parmentier en prisión, las patatas no eran
mortales. De hecho, estaban bastante sabrosos. Tras su liberación al
final de la guerra, el farmacéutico comenzó a hacer proselitismo entre sus
compatriotas sobre las maravillas del tubérculo. Una forma en que lo hizo
fue demostrando todas las formas deliciosas en que se puede servir, incluido el puré de patatas . En 1772,
Francia levantó la prohibición de las patatas. Siglos después, puedes
pedir puré de papas en docenas de países, en restaurantes que van desde comida
rápida hasta cenas elegantes. La historia del puré de papa abarca 10 000 años y
abarca las montañas de Perú y el campo irlandés; presenta cameos de Thomas
Jefferson y un científico de alimentos que ayudó a inventar el refrigerio
omnipresente. Sin embargo, antes de llegar a ellos, volvamos al principio.
Las patatas no son nativas de Irlanda ni de ningún otro lugar de Europa.
Probablemente fueron domesticados en las montañas de los Andes de Perú y el
noroeste de Bolivia, donde se utilizaron como alimento al menos desde el año 8000 a.c .
No hay comentarios:
Publicar un comentario