miércoles, 19 de julio de 2023

Carrilleras de cerdo al vino tinto, setas y pure de patatas

Hace algún tiempo que se pusieron de moda cocinar las carrilleras bien de cerdo o ternera y al mismo tiempo surgieron infinidad de recetas esta es otra de las muchas acompañada de setas y finalizadas con un buen pure de patatas.
 

Sección:
Casquería. 4 personas, preparación 15 minutos, cocción olla rápida 25 minutos, dificultad, fácil.
 
Ingredientes para la receta:
4/8 carrilleras de cerdo, 1 cebolla, 2 dientes de ajos, 1 hoja de laurel, 300 g de setas shiitake, aceite de oliva, vino tinto, agua para la cocción y sal.
Acompañamiento: Pure de patatas 8 patatas pequeñas, mantequilla, leche, agua para la cocción y sal
 
Preparación y cocción:
Limpiar las carrilleras retirando la grasa sobrante, salarlas.
Sellarlas en una cazuela que usaremos para todo el guiso con un poco de aceite y reservarlas.
Pelar y picar la cebolla y los ajos en daditos.
Limpiar las setas quitándole los troncos y partirlas por la mitad.
Pochar la cebolla y los ajos, trascurrido el tiempo añadir el resto de las verduras, las setas y mezclar y mezclar.
Finalmente incorporar las carrilleras bañar con el vino y remover.
Dejar evaporar bien y cubrir con agua y cocinar a fuego medio hasta todo este a su punto, controlando su caldo.
Mientras cocer las patatas, dejarlas enfriar y pelarlas.
Pasarlas por un pasa puree mezclarlas con un poco de mantequilla y leche hasta conseguir la densidad deseada.
Abrir la olla una vez fría retirar la hoja de laurel
Servir caliente acompañado de las setas y el pure de patatas con su salsa.
 

Pure de patatas

Durante la Guerra de los Siete Años de mediados del siglo XVIII, un boticario del ejército francés llamado Antoine-Augustin Parmentier fue capturado por soldados prusianos. Como prisionero de guerra, se vio obligado a vivir de raciones de patatas. A mediados del siglo XVIII en Francia, esto se calificaría como un castigo cruel e inusual: las patatas se consideraban alimento para el ganado y se creía que  causaban lepra  en los humanos. El miedo estaba tan extendido que los franceses aprobaron una ley contra ellos en 1748.

Pero como descubrió Parmentier en prisión, las patatas no eran mortales. De hecho, estaban bastante sabrosos. Tras su liberación al final de la guerra, el farmacéutico comenzó a hacer proselitismo entre sus compatriotas sobre las maravillas del tubérculo. Una forma en que lo hizo fue demostrando todas las formas deliciosas en que se puede servir,  incluido el puré de patatas . En 1772, Francia levantó la prohibición de las patatas. Siglos después, puedes pedir puré de papas en docenas de países, en restaurantes que van desde comida rápida hasta cenas elegantes. La historia del puré de papa abarca 10 000 años y abarca las montañas de Perú y el campo irlandés; presenta cameos de Thomas Jefferson y un científico de alimentos que ayudó a inventar el refrigerio omnipresente. Sin embargo, antes de llegar a ellos, volvamos al principio. Las patatas no son nativas de Irlanda ni de ningún otro lugar de Europa. Probablemente fueron domesticados en las montañas de los Andes de Perú y el noroeste de Bolivia, donde se utilizaron como alimento al menos desde el  año 8000 a.c .


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