El gazpacho una crema
fría que tiene una sola forma de hacerlo, pero para el acompañamiento podemos
utilizar muchas mas cosas que sus verduras picadas, para darle otro colorido y
sabor al masticarlo hemos añadido maíz dulce.
Sección
Crema fría, 4
personas, preparación 10 minutos, nevera hasta su uso, dificultad: fácil. Todos
los tiempos son siempre indicativos.
Ingredientes para la receta:
1
kg de tomates pera, 1 pimiento verde, 1 pepino, aceite de oliva, vinagre, sal
Guarnición
2
de los tomates maduros, ½ pimiento verde, pepino y maíz dulce
.
Preparación y cocción:
Lavar
los tomates, reservar los dos más duros y trocear el resto.
Lavar
el pimiento, cortar uno en trozos y reservar el otro para la guarnición.
Lavar
el pepino, cortarle las puntas y restregarlas con el mismo hasta sacar un poco
de agua, pelarlos, cortarlos y reservar una mitad para la guarnición.
Triturar
el tomate, el pimiento, el pepino y para bajar un poco el volumen.
Añadir
la sal, el aceite y el vinagre, probar, rectificar de cada uno y añadir un poco
de agua si estuviera muy denso.
Batir
a máxima potencia hasta que desaparezcan la piel del tomate o colarlo por un
chino, pasarlo a un recipiente, meterlo a enfriar en la nevera.
Picar
las verduras reservadas para la guarnición por separado en cubitos pequeños.
Presentarlo
en cuencos de barro individuales y poner en otros pequeños, el pimiento, el
pepino, el tomate y eventualmente, el maíz cocido para que cada uno se sirva.
Historia del
gazpacho
El gazpacho andaluz es un plato emblemático de la cocina
española, especialmente de la región de Andalucía. Su origen se remonta a
tiempos antiguos, y aunque hay muchas teorías sobre su historia, se cree que
sus raíces pueden encontrarse en las tradiciones culinarias de los pueblos
mediterráneos. Algunos historiadores sugieren que tiene sus raíces en la
antigüedad, cuando los romanos y los griegos consumían sopas frías a base de
pan y agua, similares a lo que conocemos hoy como gazpacho. La combinación de pan,
aceite y vinagre se utilizaba para refrescarse en climas calurosos. Durante la ocupación musulmana de la
península ibérica (711-1492), se introdujeron numerosos ingredientes y técnicas
culinarias que influyeron en la gastronomía local. Las especias, el aceite de
oliva y el uso de vegetales frescos fueron aportes significativos que
enriquecieron la tradición gastronómica andaluza. El gazpacho ha evolucionado a lo largo de los
siglos, y existen numerosas variantes. Sin embargo, la versión más conocida y
popularizada es el gazpacho andaluz, que se caracteriza por su base de tomates,
pimientos, pepinos, ajo, pan, aceite de oliva, vinagre y sal. Todo esto se
mezcla hasta obtener una textura suave y homogénea. Los ingredientes del
gazpacho andaluz son sencillos y reflejan los productos frescos de la región.
Los tomates maduros son el componente principal, a los que se les añaden otros
vegetales como pimientos verdes y rojos, pepinos y cebolla. El pan,
preferiblemente de un día anterior, ayuda a darle cuerpo a la sopa. El aceite
de oliva virgen extra y el vinagre (tradicionalmente de Jerez) son esenciales
para equilibrar los sabores. La preparación es bastante simple: se trituran
todos los ingredientes, se ajusta la sazón y se sirve bien frío, a menudo
acompañado de picatostes o verduras picadas. En la actualidad, el gazpacho
andaluz no solo es un plato típico de España, sino que ha alcanzado
reconocimiento internacional, siendo apreciado por su frescura y sabor. Es
especialmente popular en los meses de verano, dado que es un plato refrescante
y nutritivo que se puede disfrutar como entrante o plato principal. Hoy en día hay muchos cambio y forma de
hacer, con sandia, melón, pepino. remolacha cerezas etc.
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