Una pasta con forma de mariposa para que sus alas
recojan esta salsa preparada con tomatitos y boletus para disfrutar con nuestra
familia.
Pasta corta
4 personas.
Preparación: 15/20 minutos
Remojo de las setas: 15 minutos
Cocción de la pasta: el tiempo indicado por el fabricante
Fácil.
INGREDIENTES
360 g de pasta, 6 salchichas blancas de cerdo, 200 g de
tomatitos Cherry, 4 chalotas, 2 dientes de ajos, 15 g de boletus hidratados u
otras setas, aceite de oliva, queso parmesano rallado, cebollino, agua para la
cocción y sal.
PREPARACIÓN
Poner a remojo las setas para que se rehidraten.
Pelar las chalotas, los ajos y el ajo picar todo
finamente.
Pochar en aceite hasta que este trasparente, añadir las
salchichas troceadas y rehogar unos minutos.
Incorporar las setas escurridas y picadas y cocinar unos
5 minutos.
Finalmente, los tomatitos lavados enteros o partidos por
la mitad cocinar de 5 a 8 minutos.
Cocer la pasta en abundante agua con sal, dejarla al
dente y escurrirla.
Saltearla en la salsa para que se mezcle bien añadiendo
algo del agua de la cocción si fuese necesario.
Servir todo caliente espolvoreado con el cebollino y con el
queso aparte para que cada uno se ponga lo deseado.
Pasta corta con pequeños volantes estrechos en el centro, toman su nombre de la típica forma de mariposa, obtenida pellizcando un rectángulo de pasta en el centro. Formato originario de Lombardía y Emilia, cuenta con orígenes muy antiguos: según los expertos la primera versión data del siglo XVI.
En el momento de la recolección es fácil que la base del
hongo se ensucie con tierra. Es muy importante no lavarlos con agua corriente,
es mejor frotar con un cepillo especialmente si se trata de hongos que tienen
una gran cantidad de pliegues y ángulos. Utilizar papel de cocina ligeramente
húmedo. La mejor forma de secar las setas es sin duda al sol, y en todo caso en
lugares bien ventilados. Colocar alternativamente por optar por paños limpios
dispuestos sobre una superficie, mejor si es una rejilla de secado, para que el
aire también pueda pasar por debajo, siempre con cuidado de disponer las setas
bien separadas y evitar que se toquen entre sí.
Fue en Turkestán, una región asiática bordeada por
el Mar Caspio, donde nació la primera variedad de chalota . Toma
su nombre de la ciudad de Ascalon, en Judea. Los persas y los egipcios
adoptaron rápidamente la pequeña verdura que consideraban una planta
sagrada. Se cree que los cruzados nos lo introdujeron, de regreso de Tierra
Santa. Pero los escritos oficiales que datan de la época de Carlomagno y
en los que aparece refutan esta hipótesis. Entonces llamada ascalonia ,
la chalota se convirtió rápidamente en un cultivo por derecho propio en
Francia. Por lo tanto, se encuentra tanto en los jardines familiares como
en las granjas en los siglos XII y XIII . Los
vendedores ambulantes vienen a ofrecérselos a los parisinos.
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